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22 de mayo de 2016 publicado en

Cómo iluminar una oficina

Cómo iluminar una oficina

Una oficina es el lugar donde solemos pasar varias horas del día. Esto hace que la iluminación sea tan importante como la de un hogar pues ha de proporcionar confort (sin llegar a la somnolencia), seguridad y productividad. De hecho, si nos fijamos en datos concretos, se dice que la buena iluminación permite que las personas trabajen más rápido y se concentren, lo cual es beneficioso para la empresa.

Iluminar una oficina

Antiguamente la iluminación de una oficina consistía en colocar tubos fluorescentes para que los trabajadores tuvieran la luz necesaria. Ahora esto no es así y no sólo la luz en los techos es importante, también lo es en los muebles y materiales arquitectónicos del lugar.

Según el tipo de oficina, tendrás que tener en cuenta lo siguiente:

Abierta o cerrada

Las oficinas no tienen por qué ser cerradas entre cuatro paredes, es decir, no tiene que haber un cuarto para cada trabajador, pudiendo estos trabajar en común. Para estos casos lo mejor son las luminarias generales, en los techos, que iluminen todo el espacio de la oficina pero, al mismo tiempo, también tener alguna luz específica en los muebles (por ejemplo lámparas o flexos de mesa).

En el caso de zonas de paso, siempre y cuando no sean zonas importantes, se puede optar por sensores que controlan la luz y que se apagan para ir ahorrando.

Por supuesto, hay que tener en cuenta la posibilidad de usar la luz natural, para lo cual podría rebajarse un poco el uso de luces mientras la luz solar aporta lo que se necesita.

Combinación de luces

En una oficina, tienes que combinar cuatro tipos de iluminación: luz directa, indirecta, luz suave y la combinación de directa con indirecta.

Esto se consigue estudiando el tipo de luces que obtienes en cada parte de la oficina y combinando para evitar las sombras o brillos que puedan afectar a la concentración y productividad del trabajador. En general, un promedio general de luz será de 500 luxes pero, dependiendo de esos tipos de luces, podría descenderse o aumentarse según los beneficios o desventajas que se tengan. Para ello, las luces LED pueden ser las mejores ya que permiten jugar con intensidades.

Varios tipos de luces según la hora

Por la mañana, la luz solar puede ser más que suficiente para iluminar la zona de trabajo, más si estás próximo a la ventana, en el caso de que haya. Por tanto, las luces cerca de las ventanas no tienen por qué iluminar mientras que, conforme más te alejas, es posible que requieras una iluminación mayor.

Al mediodía, la oficina puede estar iluminada por completo por la luz natural. Si está nublado, es posible que necesites un poco de luz artificial siendo esta suave.

Por la tarde, las luces necesitan ir tomando paso de la luz natural y ha de aumentarse el uso de las mismas para conseguir el efecto luminoso.

Así que ya sabes cómo iluminar una oficina.

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