Dentro de la decoración, los cuadros llegan a ser un imprescindible. Cuando tienes un cuadro especial, esto hace que quieras destacarlo. ¿Y cómo lo puedes hacer? Aprendiendo cómo iluminar cuadros.
En Krealo sabemos la importancia que tienen esas obras de arte especiales que requieren de una luz propia para sacar el máximo beneficio a los colores y dibujos que hay en ese cuadro. Por eso, queremos enseñarte a iluminar cuadros. ¿Te apuntas?
El arte de cómo iluminar cuadros
Iluminar un cuadro no se hace porque seas un amante del arte, porque te guste la fotografía o porque tengas uno que quieras destacar. Se hace porque es una manera diferente de decorar con la iluminación al fijar la atención en un punto concreto de la estancia. Y, si además, ese punto es importante, más aún.
Cuando piensas en decorar, lo normal es que le des importancia al color, a ciertos muebles o a objetos decorativos. Y ahí es donde entran los cuadros. Pero claro, tienes que saber iluminarlos bien.
Eso requiere que se tengan en cuenta algunos aspectos fundamentales como son:
Se requieren filtros
Es posible que te hayas quedado en blanco al leer la palabra filtros porque no sabes a lo que nos estamos refiriendo. Pues bien, con filtros nos referimos a proteger de algún modo el cuadro.
Verás, cuando una obra se expone durante mucho tiempo a la luz, pierde color en el lienzo y se va deteriorando. Esto provocaría que, al cabo de un tiempo, ese cuadro que tanto te ha gustado, se vea desgastado, sin vida.
Para evitarlo, a las propias fuentes de luz se le pone un filtro para evitar que pierda color o que la luz lo estropee. También se puede lograr con un cristal especial para ese tipo de cuadros o de obras.
Esto ya te dice que no puedes utilizar la luz que quieras sino que debes prestar atención a la más adecuada para evitar problemas en el futuro.
Tipos de lámparas
Otro punto a tener muy en cuenta con respecto a cómo iluminar cuadros es, sin duda, la lámpara que vas a utilizar. Normalmente, para el tema de iluminación de cuadros, las que más se usan son sin duda las lámparas halógenas o las lámparas Led.
Otra opción son los apliques que pueden jugar muy bien con la decoración de la habitación e incluso con el propio cuadro llegando a fusionarse con él para conseguir un efecto mucho mejor.
La ubicación
Finalmente, otro de los aspectos fundamentales a la hora de iluminar un cuadro es la ubicación.
Como sabrás, por imágenes o si has visitado museos, las luces no siempre están en el mismo sitio. Pueden estar encima de los cuadros, en los laterales, abajo, etc.
En general, cuando pienses en iluminar de una forma has de tener en cuenta lo siguiente:
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Que no se produzca ninguna sombra o minimice las sombras que puedan producirse en el lienzo. Esto hará que el cuadro se vea mucho mejor y también que no se vaya a deteriorar solo en una parte de la obra (aunque el objetivo es que no se deteriore nunca).
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Que no haya reflejos, bien por el cristal que usa o por la luz que incida en la pintura. Esto se evita fácilmente colocando bien la inclinación de la luz así como el ancho del haz de luz. En caso de que no lo consigas, quizá sea porque estás usando una luz demasiado potente y quizá sea mejor bajar un poco la intensidad de la luz.
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Revisar que no se produzcan sombras al observar el cuadro. Esto es algo en lo que muy pocos decoradores piensan y es que, la iluminación de un cuadro es fácil, pero hay muchos aspectos a considerar y uno de ellos es que habrá personas que se pondrán delante del cuadro para verlo. ¿Producen sombras? Eso querrá decir que la luz no está bien puesta.
Ideas para iluminar un cuadro
Hay muchas formas de iluminar un cuadro, todas ellas válidas en cualquier caso. Pero siempre hay alguna que saca lo mejor de esa obra. Por ejemplo, si lo que quieres es que el cuadro destaque por encima de otras cosas, lo que vas a necesitar es una luz localizada y enfocada en el mismo minimizando al resto.
Otra forma es combinar la iluminación para llevar los ojos del espectador al punto clave, que sería el cuadro.
En general, las ideas que te damos son:
Luces direccionales
Las luces direccionales te permiten destacar la textura del cuadro (o del lienzo y las pinturas) y, al mismo tiempo, llevar la luz a ciertas zonas tratando de que no se creen sombras ni deslumbramientos a través de la superficie del cuadro.
Este tipo de iluminación es muy adecuada cuando el cuadro tiene capas de barniz o tiene vidrios protectores ya que, de lo contrario, podríamos dañar la obra.
Luz ascendente
Con la luz ascendente nos referimos a colocar una luz justo debajo del cuadro, y dirigida sobre él, pero que haga que la luz vaya hacia arriba.
Por norma general, para conseguir esto se utiliza un carril o unos apliques en la zona baja, fijados a la pared, para redirigirlos evitando los problemas que tienen los cuadros (sombras y deslumbramientos).
Fluorescentes
Los fluorescentes son muy utilizados para cuando tienes que iluminar un grupo de cuadros porque se encargan de alumbrar todo el conjunto sin tener que ir uno por uno. Ahora bien, hay que controlar el calor del fluorescente para evitar que pueda afectar al cuadro.
Apliques Led
Antes te hemos hablado del calor de los fluorescentes. Pues bien, un tipo de luz que carece de los rayos UV nocivos para los cuadros son las luces Led. Si en lugar de fluorescentes usas bombillas led harás que tu cuadro pueda sobrevivir mucho más tiempo.
No te decimos con ello que no vaya a calentarse, los Leds se calientan, pero muy poco y lo bueno que tienen es que los puedes tener encendidos todo el día que no te van a consumir apenas.
También hay más ventajas, como el hecho de iluminar un cuadro con varias tonalidades, e incluso colores, lo que ayuda a conseguir un efecto diferente en los cuadros.
Focos de empotrar
Otra opción que tienes es utilizar focos de empotrar en el techo. Eso sí, deben ser direccionales para conseguir orientarlos hacia el cuadro. Te recomendamos que tengan bombillas Led y un ángulo cerrado (de entre 30º y 38º).
Como ves, hay muchas opciones pero, si aún así no sabes por cuál decidirte, escríbenos, quizá podamos ayudarte.