Una sala con poca luz produce tristeza en las personas que están allí. Puedes hacer una prueba en cualquier habitación. Prueba a estar en ella y, sin encender las luces, seguir trabajando, en el ordenador, el móvil o viendo la tele, ¿notas que tu ánimo decae al ver que pierdes luz? Para que eso no te pase nunca, haya o no luz, vamos a darte las claves para iluminar una sala con poca luz.
¡Adiós sala oscura! ¡Hola positivismo!
La iluminación es uno de los elementos con los que se puede transmitir energía y felicidad, aunque no te lo creas. Esto se puede conseguir con la iluminación natural (la mejor que hay) y con la iluminación artificial, es decir, a través de bombillas y lámparas.
Decir adiós a una sala con poca luz, o a un rincón oscuro, no va a ser problema si sigues estos consejos que te dejamos.
Luz natural
En la medida de lo posible, trata de que tu casa le saque el mayor provecho a la luz natural, bien redirigiendo los muebles, o colocándolos de otro modo que la luz del sol te dé más tiempo y en más lugares. Por ejemplo, puedes colocar un espejo enfrente de la ventana. Ese espejo reflejará la luz y hará que la habitación o sala se vea más grande de lo que es, y más luminosa.
Colores claros
A la hora de pintar las paredes y el techo, opta siempre por colores claros como el amarillo, blanco, naranja claro, etc. Los colores pasteles dan amplitud en las habitaciones.
¡Pon lámparas!
No te quedes solo con una lámpara en el techo y ya está. Es bueno que combines diferentes lámparas con distintas tonalidades de luz. Eso le dará un toque más cálido e íntimo, además de eliminar esa sensación oscura en el lugar. Por ejemplo, lámparas de pie, velas, luces led decorativas, etc.